Camino por Santo Domingo, en Medellín. Antes, por aquí, no se caminaba (ver No Futuro, de Víctor Gaviria). El cambio tuvo que ver con la construcción de un cable-metro (un loop de cabinas aerostáticas con capacidad para ocho personas) que unen la zona, antes casi inaccesible, con los otros barrios, y de una gigantesca biblioteca que funciona, también, como lugar de juegos, y a la que las bandas consideraron, desde el principio de la edificación, como territorio neutral. El resto es cumbia (lo que se traduciría al inglés, según Seix Barral, como "the eternal cumbia")
viernes, 2 de julio de 2010
Medellín
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Publicado por
diego fischerman
en
19:15
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