lunes, 8 de noviembre de 2010

Lo que no fue








Aquí, parte del ensayo del Concierto de Elgar, por Sol Gabetta junto a la Filarmónica de Buenos Aires. La explosión alrededor de los 4' es prodigiosa. El concierto iba a ser el jueves 4, pero, en la mañana, los empleados del Colón nucleados en ATE resolvieron un paro por tiempo indeterminado, que dejaron sin efecto un día después. Es cierto, no estaba determinado.

4 comentarios:

  1. Gracias Diego por compartirlo.
    Efectivamente la diferencia dinámica, expresiva y de sonido que logra es admirable.

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  2. Lo de Sol Gabetta es realmente bueno. Ahora bien, alguien me mandó un comentario publicado en Ámbito Financiero, creo, donde se leía esto:
    "El vínculo amoroso entre la mujer y el violoncello siempre ha ejercido una fascinación especial (no es casual que no se emplee la palabra «matrimonio», ya que la relación entre ambos es más propia de amantes que de cónyuges) que le da un toque de voyeurismo a la cuestión. Sucede que es imposible que un cuerpo femenino con las piernas decididamente abiertas no remita al acto sexual, a la masturbación o al parto, y ésa es la razón por la cual las mujeres pudieron ejercer su pasión por este instrumento, gozar y hacer gozar con él en la medida en que aquellas instancias de la vida de una mujer fueron dejando de ser un tabú."
    Dada la naturaleza de la apreciación, y considerando que vos también sos crítico, Diego, me gustaría conocer tu punto de vista al respecto.

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  3. No se me hubiera ocurrido pensarlo de esa manera. Y por lo que tengo entendido, sólo de oídas, la masturbación femenina también es posible con las piernas cerradas. No así el parto, creo. En cuanto al acto sexual me han dicho que existen múltiples posibilidades. No me queda claro, por otra parte, si la visión de Rostropovich o Yo-Yo Ma produce asociaciones semejantes ni que sucede con las mujeres que tocan instrumentos de lengüeta. Como, por ejemplo, el sexo bajo..ah, no, disculpas, el saxo alto.

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  4. Yo creo que la relación viene de antes, por arrastre de la época en que el instrumento bajo de arco por excelencia era la viola da gamba. Vean http://www.greatbassviol.com/iconography/colom.jpg y el picaresco http://www.greatbassviol.com/iconography/hont.jpg. En la Francia del siglo XVIII era un instrumento de moda entre las damas de la corte.
    Imagino que la fascinación de la imagen de una mina linda tocando se trasladó posteriormente al cello. De cualquier manera me parece que son contados los casos en los que una mujer puede tocar bien el cello, es un instrumento relativamente grande y necesita una actitud muy enérgica para tocarlo correctamente.
    No es machismo lo mío sino tipo de musculatura y largo y fortaleza de dedos en las manos.

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