El cartel impreso de una lista de la Unión Ferroviaria, pegado en el andén de la estación Lisandro de la Torre del Ferrocarril Mitre, anuncia, con bravura: "Ni obsecuentes ni consecuentes". Otra confesión, aunque involuntaria, me la hace notar Gustavo Fernández Walker: el cartel de un precandidato a intendente asegurando "Ganamos" pero pegado sobre el anuncio de una película, cuyo título asoma en la parte superior: "Morder el polvo". La mejor de las admisiones: el friso dedicado a la justicia (los otros dos están dedicados a la ciencia y el trabajo) sobre la puerta del Palacio de la Legislatura de Salta, proyectado en 1889 como Casa de Gobierno y concluido recién en 1902. La consabida imagen de Astrea, hija de Zeus y Temis, está sin venda y tiene la balanza en franco desequilibrio. El motivo parece haber sido la venganza de los constructores ante la falta de pago por su trabajo.
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