sábado, 14 de mayo de 2011

Alrededor del atardecer







Ayer volví bastante temprano a casa. Salí al balcón para cortar perejil, romero y tomillo y poner a macerar un pedazo de carne (Adrián I., que acaba de sacar un excelente nuevo disco, me insiste en que incluya recetas en este blog, deslumbrado por alguna que otra que intenté enseñarle, sin el menor éxito). Después puse un disco. Estaba solo y aproveché para ponerlo a un volumen excluyente. No tan fuerte como para lastimar los tímpanos pero si lo bastante como para se convirtiera en una molestia si uno quisiera hacer cualquier otra cosa que escuchar. Apagué las luces y moví mi sillón para ponerlo exactamente en el vértice de un triángulo imaginario cuyas otras puntas eran los dos parlantes. Puse un disco querido, conocido. Un disco que no me obligara a nada. Y sentí una clase de placer que tenía casi olvidada. El disco era (es) Art Pepper + Eleven. Más allá de la construcción (impecable. exquisita) de los solos, de la armonía, del ajuste, me fue imposible no dejarme llevar por la energía, por el empuje hacia adelante, por la excitación, por esa sensación de urgencia y convicción y, al mismo tiempo, por la absoluta relajación de quienes tocaban. Eso que, al fin y al cabo, hace que el jazz sea lo que es. En particular me arrastró consigo la batería de Mel Lewis. Y, a pesar de la cantidad de veces que la he escuchado, volvió a llenarme de placer la versión de "'Round Midnight".

4 comentarios:

  1. ¿Qué fue lo que te pegó? ¿El perejil, el tomillo o el romero?

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  2. La cadena inglesa BBC emitió por su Channel FOUR en Marzo del 2009, un documental acerca del año 1959, refiriéndose a esa etapa como un año sísmico [sic] en la historia del Jazz (“1959: The Year that Changed Jazz”). Allí se refiere con precisión a cuatro grabaciones inmortales de ese año: “Kind of Blue” de Miles Davis; “Time Out” de Dave Brubeck; “Mingus Ah Um” de Charles Mingus y “The Shape of Jazz to Come” de Ornette Coleman. Cuatro joyas.

    En 1959 también se grabó “Art Pepper + Eleven”, que decididamente no cambió nada, ni tampoco provocó ningún terremoto. Probablemente su sonido de indudable pertenencia a la “Costa Oeste” haya contribuido a lo normalidad del sismógrafo. Pero… ¡que swing y perfección!

    Tratándose de Art Pepper en general pierdo la objetividad, pero no podría estar más de acuerdo con la definición de: (copio del “post”) “la energía, por el empuje hacia adelante, por la excitación, por esa sensación de urgencia y convicción y, al mismo tiempo, por la absoluta relajación de quienes tocaban” ya que es exactamente lo que siento cada vez que vuelvo –a menudo- a este disco.
    La sección rítmica de Russ Freeman, Joe Mondragon y Mel Lewis -¿tal vez el mejor baterista de big bands de la historia?- es una Ferrari zigzagueando por algún camino bellísimo. Y no poco mérito de la concepción y éxito de la grabación creo que lo tienen los arreglos del poco recordado Marty Paich. Allí tocó también el trombonista Dick Nash, padre del talentoso saxofonista Ted Nash, integrante de la Lincoln Jazz Orchestra de Wynton Marsalis.
    Casi podría decir que además de las cuatro joyas elegidas por la BBC, que sin duda cambiaron el curso del Jazz, esta otra “joyita” consolidó lo que efectivamente “el Jazz sea lo que es”.

    Adrián I. siempre saca excelentes discos aunque como gourmet -me consta- es bien capaz de “clavarse” unas porciones de muzarella sin el menor remordimiento estético.

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  3. Curioso lo de la BBC. No tengo nada contra "Time Out" pero también del '59 es "Giant Steps", de John Coltrane.
    En ese año, además de "Ah Hum", Mingus grabó también "Blues and Roots", que es otra joya, e incluso ahí tengo mis dudas de qué tan influyente fue. Mingus fue enorme, pero es uno de los grandes olvidados del jazz.
    Así y todo, creo que su influencia (jamás comparable a la de Davis, Coltrane o Coleman) fue bastante mayor a la de Brubeck.
    Saludos
    GB

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