martes, 27 de diciembre de 2011

La imperfección, etapa superior


Todo comenzó hace doce años y tuvo su conclusión unos meses atrás, con la publicación de los dos últimos volúmenes de la serie. En el medio, la crisis de la industria discográfica –o la ceguera de sus responsables, si es que se trata de cosas distintas– produjo no sólo la mudanza de compañía del creador y responsable máximo del proyecto sino la creación de un sello nuevo. John Eliot Gardiner había propuesto a Archiv, un subsello de Deutsche Grammophon, realizar la grabación y edición de la integral de las cantatas religiosas de Johann Sebastian Bach, en conincidencia con el comienzo del nuevo milenio y los 250 años de la muerte de este autor. La idea era que cada domingo, a partir del 25 de diciembre de 1999, el Coro Monteverdi, los English Baroque Soloists y un grupo de solistas tocarían en las iglesias de Europa (la excepción sería el final, en la navidad de 2000 y en Nueva York) las cantatas correspondientes, en cada caso, al calendario eclesiástico. Los grupos de dos, tres o cuatro cantatas grabadas cada domingo irían siendo editadas a lo largo del año. Pero Deutsche Grammophon se opuso a que algunas de las obras, que ya habían sido grabadas con anterioridad, volvieran a publicarse, y a que la colección abarcara las 200 cantatas existentes. El resultado fue que Gardiner se fue del sello y abrió uno propio, Soli Deo Gloria. En Archiv llegaron a publicarse cinco volúmenes y, a partir de allí, comenzó la ejemplar nueva edición: 27 álbumes, la mayoría con dos Cds, grabados en vivo y con una calidad de registro única. En este video puede escucharse (y vivirse) algo del clima de estas versiones, en este caso con la mezzosoprano Magdalena Kozena como solista. Los registros responden rigurosamente a lo que sonó en cada concierto, sin retoque alguno, y su inusual fidelidad es obra de las extraordinarias locaciones elegidas y del arte para colocar los micrófonos de los ingenieros de sonido. Pero lo más llamativo es que, por primera vez en mucho tiempo, estas lecturas privilegian la expresión y la emoción del momento por sobre la perfección. Aquí hay imperfecciones. Se trata, desde ya, de las pequeñísimas imperfecciones de los mejores solistas e instrumentistas posibles para este repertorio. Son las imperfecciones de los que ya han pasado por la perfección, no la de quienes aún no han llegado allí. Son las que hacen que estas versiones ultrapremiadas sean, además de todo, humanas. En esta dirección puede consultarse el detalle de la edición y, clickeando en la tapa de cada disco, puede escucharse una muestra sonora. Vale la pena.

1 comentario:

  1. ¡Gracias!
    Es un gusto leerle, y seguir sus recomendaciones.

    Julia.

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