sábado, 26 de mayo de 2012

Incesto furioso







El martes vuelve La Fura dels Baus al Teatro Colón. Valentina Carrasco (foto) dirige, junto a Alex Ollé (autor de la concepción escénica) una puesta en que Edipo atravesará varias épocas y circunstancias, todas ellas cubiertas por un barro rojizo e inevitable. Se trata de la ópera Oedipe, del rumano George Enescu, una verdadera obra maestra muy poco transitada y, en el caso particular de Buenos Aires, nunca antes representada. Y se trata de la única obra en la que la historia de Edipo se cuenta desde el nacimiento (los gritos de Yocasta en el parto irrumpen en el Prólogo musical) hasta la muerte. Completada en 1921 y estrenada en 1936, es una composición de un modernismo sumamente personal, con algo de Ravel y un poco de un expresionismo con un signo muy diferente al de Mahler o el primer Schönberg, sumado a un impactante melodismo y un notable sentido dramático. El indudable acierto de la programación contrasta, según mi punto de vista, con la falta de políticas que puedan sacarle el jugo, sobre todo en un aspecto que me parece crucial: el divorcio entre el Colón y un público "de cultura" que en esta ciudad concurre de manera masiva a los festivales de cine independiente, de teatro y de jazz. La cuestión no es menor si se tiene en cuenta que el presupuesto que la ciudad destina al Colón es el mayor entre los que se dedican a cultura. Y no sería demasiado difícil comenzar a hacer cosas que tendieran a ese objetivo. Los descuentos a estudiantes o a menores de 30 años (los hace el Mozarteum, por ejemplo, y también el Argentino de La Plata) serían un punto de partida, que podría ir acompañado por unna política de venta en conservatorios y universidades. Un abono transversal (con perdón de la palabra) que agrupara, por ejemplo, dos títulos de ópera, tres conciertos sinfónicos y algunos títulos del CETC, que se llamara "los nuevos" o algo así, y que se vendiera a un precio amigable (y posible) para ese público al que se querría tentar podría ser otra línea de acción. O una campaña de prensa más ágil y agresiva, que contactara al ambiente del teatro y que pusiera en primer plano la presencia de La Fura. O, digamos, cualquier otra cosa que se les ocurriera, siempre y cuando pensaran la cuestión de la endogamia operística (o el incesto a secas, para estar a tono con Edipo) como un problema o, por lo menos, como un desafío a resolver.

2 comentarios:

  1. Estimado Diego,
    Que se puede esperar de una administración que aumentó en más de 10 veces el precio de las entradas más accesibles, mientras que las más caras aumentaron a menos del triple, y la inflación en idéntico período (2008-2012), con toda la furia alcanza algo más de la mitad de este último incremento?
    Ricardo.-

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  2. Carlos desde La Pampa30 de mayo de 2012, 20:20

    No soy habitué del Colón, pero a veces trato de ir a ver las óperas que me gustan,y coincido en lo llamativo de los precios. Indudablemente nada cambia en esa endogamia del Colón, es para los de siempre. Total piensan que el resto de la gente que no puede pagarlo, se quede en la casa y lo escuche por radio.Y para colmo, sacaron el programa de radio ciudad que daba los domingo a las 17 en directo del Colón. Menos mal que radio nacional 97,6 lo transmite para todos aquellos que vamos al Colón en forma virtual.

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