sábado, 20 de agosto de 2011
Despedida
Lo conocía del Primera Junta. Estaba en un grado distinto que yo y, aunque vivía frente a casa, lo veía en los cumpleaños de Juan Rodolfo pero no nos hicimos amigos hasta después. El cantaba en los actos escolares. Le gustaban más los Stones que los Beatles y, entonces, empezamos a prestarnos discos y a completar, cada uno, la enciclopedia del otro. A los 14 años, cuando formamos el primer grupo, fue el cantante, por supuesto. Se llamaba Ricardo Terragno y recuerdo, no sé por qué, un viaje que hicimos de noche, a Mar del Plata, en el Peugeot 504 azul metalizado de su padre, escuchando un casette con la grabación de un disco de Jan Hammer con John Abercrombie, y una noche en Miramar, donde había ido a visitarlo, en que miramos el cielo desde dos reposeras, hasta el amanecer, mientras hablábamos de posibles extraterrestres. Era primo de Rodolfo Terragno y sus iniciales eran las mismas, RH. Bromeábamos diciendo que su primo era RH positivo y él, un reo al que le gustaba cantar y jugar al fútbol –y era, de nosotros, el que mejor lo hacía–, RH negativo. Después fuimos cuatro, con Teddy (ahora Teodoro) Cromberg y Germán López. Poco más tarde estuvieron ahí Claudio Da Passano y Miguel Pellerano. Nos juntábamos en el café Gran Visir y. más adelante, en El Cóndor. Eramos inseparables. Todos nosotros. Con Ricardo, que más tarde compuso sus canciones y que actuó durante años como solista, toqué muchas veces e incluso hicimos una gira delirante, por la provincia de Santa Fe, que acabó con un concierto en Sastre donde no había absolutamente nadie porque al mismo tiempo se jugaba un partido de básquet. En la foto que está arriba, tomada en la quinta de Germán y donde también aparece mi hermana Andrea (la última de la derecha). Ricardo está a mi lado: somos el segundo y el tercero empezando desde la derecha. Estaba, como siempre en esa época, más o menos de novio con una y enamorado perdidamente de otra (incidentalmente, ambas están en la foto). Después, como en la canción de Moris, crecimos y nos fuimos del barrio. Si tuviera que decir cuándo o por qué no sabría explicar el hecho de que no nos siguiéramos viendo. Mientras escribo esto, me atraviesa el dolor. Ricardo murió la semana pasada. Quería despedirlo.
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Publicado por
diego fischerman
en
13:33
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Abrazo Diego. Despedir a un amigo, lo sé, no entra en el marco de nuestro imaginario...
ResponderEliminarGuillo
Maravilloso Diego!! Un beso grande. Chufy, que también quiero despedirlo
ResponderEliminarTe encontré buscándolo a Ricardo. Gracias Diego. Estoy muy triste. Gabriela Chaves
ResponderEliminarMUY LINDO HERMANO, PASAN LOS DÍAS Y CADA VEZ MÁS RECUERDOS, PARA MI FUE ADEMÁS MI PRIMER AMIGO VARÓN, QUE CON 15 AÑOS SUPO VALORAR MIS APENAS 12 HACIÉNDOME SU CONFIDENTE.TODO MI CARIÑO PARA SU FAMILIA. ANDREA
ResponderEliminarRaro encontrarnos acá, despidiendo a Ricardo. Abrazo. Guille (la mascota de aquella época)
ResponderEliminarAbrazo hermano, sin palabras. Habla bien de vos lo que contas y como lo contas, ya lgo debe tener que ese amigo del alma tuyo que se fue, solo fisicamente.
ResponderEliminarmuy lindas tus palabras Diego,un beso enorme Loti recien estuve reunida con tu hermana y Chufy.
ResponderEliminarUn abrazo a todos los que aquí compartieron su calidez (y su tristeza)
ResponderEliminarGracias por tan sentidas palabras. Estraño mucho a ese amigo de ley. Gracias.
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