jueves, 13 de agosto de 2009

Recuerdos de Corea









Hace unos años, todos hablaban de Chick Corea. Ahora nadie habla de él. En parte por su eclecticismo y por numerosos proyectos de escaso valor musical (por lo menos para el sistema de valor del jazz), en parte por saturación y, tal vez, por la conocida costumbre del ambiente del jazz local de denostar a todo aquel que se haya hecho demasiado popular, uno de los grandes pianistas y creadores del género desapareció del modesto planeta jazz que nos circunda. Nada más injusto, porque algunos de los mejores discos de los últimos cuarenta años tienen a Chick Corea como protagonista o partícipe necesario. A tecla alzada y sin pretensión de exactitud ni exhaustividad, recuerdo: Circle, con Anthony Braxton, Dave Holland y Barry Altschul, ARC, con la misma base y sin Braxton, sus Piano Improvisations, los discos en trío con Miroslav Vitous y Roy Haynes, las grabaciones con Miles Davis que se incluyeron en Filles de Kilimanjaro, Water Babies y el recién reeditado en Argentina Circle in the Round, los dúos con Gary Burton, Universal Languages de Vitous, Voyage, en dúo con el notable flautista Steve Kujala, el demoledor Three Quartets, el primer disco de Origin, el originalísimo The Leprechaun y, por supuesto, Romantic Warrior, el punto más alto de una escuela y un estilo que no estaría demás empezar a revalorizar (al fin y al cabo ya dejó de ser viejo y empezó a ser antiguo o, como dirían algunos colegas, "legendario").

8 comentarios:

  1. Eso que dice, don Diego, tiene mucho de cierto. Aparte de que Corea es un gran compositor (mucho más que Jarrett, por ejemplo). Aunque, ¿a qué se refiere exactamente con que "nadie" habla él? Hace poco, el sitio "All About Jazz" reseñó la presentación de la "Five Peace Band" en Montreal. ¿Se refiere más bien a los músicos jóvenes?

    Saludos desde Colombia.

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  2. Agradezco su comentario. Y es que a veces me olvido de que este pequeño lugar que habito no es el mundo. Efectivamente hay ciertos (malos) usos y costumbres que son patrimonio de Buenos Aires y aquí, donde Corea era Dios, hoy muy pocos hablan de él.

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  3. Salud, Fischerman,
    No estoy muy al tanto de cuanto se habla o deja de hablar de Corea en Buenos Aires. Aquí en Madrid, por ejemplo, se habla más de los ensayos nucleares del Corea (del Norte) que de Chick, pero éste, cada tanto viene a tocar, y los otros, por suerte, están bastante lejos.
    Probablemente lo que pase es que no se hable demasiado del pasado, y la presencia de Chick Corea como músico determinante de lo que pasa en la escena internacional sea más cosa del pasado que del presente. Y ojo que no hablo de calidad musical.
    Por ejemplo, como señala el amigo colombiano en un comentario anterior, la "Five Peace Band", ha estado tocando bastante por ahí, y para los que nos gusta el jazz-rock, es una muy buena noticia. Lo mismo respecto de algunos conciertos y grabaciones del dúo con Gary Burton. Tanto una como otra cosa son, desde el punto de vista musical, impecables. Eso sí, no son la novedad que eran hace treinta años.
    Como contrapartida, veo que entre músicos jóvenes de Buenos Aires un aprecio por la música de gente como Andrew Hill, y te puedo asegurar que en la mayor parte del planeta ni saben quien es.
    Saludos
    GB

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  4. Hay nombres que, en algún momento, funcionan como símbolos (o carnets) de una determinada afiliación. Y si no son demasido conocidos son mejores, es decir: afilian a un club más exclusivo. Hill, antes Richie Beirach (a todo esto la caja Mosaic Select con tres CDs que amplían el original Pendulum, en vivo en el Village Vangaurd,es extraordinaria), Corea también (el del Norte). Sus valores, en todo caso, siguen intactos. Si juzgáramos el arte por las cualidades (o falta de ellas) de sus admiradores más superficiales estaríamos fritos.

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  5. Bueno, lo de la "exclusividad" sin duda existe, pero es más propio de ciertos "gourmets musicales" para quienes el escalón más bajo y despreciable del "saber musical" está reservado precisamente a los músicos. Bullshit.
    La verdad es que, tilinguerías aparte, muchos grandes artistas no tuvieron un gran reconocimiento, algunos en su mejor momento en cuanto a producción (como Hill o Julius Hemphill) y otros nunca (como Herbie Nichols), pero en todos los casos, hubo por suerte personas cercanas (colegas, discípulos, admiradores) que contribuyeron con la tarea de sacar del olvido a estos artistas. Esta sería una situación completamente distinta y hasta diría opuesta.
    Volviendo a Corea, me da la impresión que es posible que no esté en el candelero, pero ciertos trabajos suyos, como "Now He Sings, Now He Sobs" han pasado a la categoría de indispensables y se han convertido en discografía obligatoria para quienes quieran conocer el jazz contemporáneo.
    Abrazo
    GB

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  6. Hace ya un tiempo el diario CLARIN, cuando aun contaba con su secciòn "cultura" publicò un extenso review acerca de esa serie de videos sobre la historia del jazz hechos por Ken Burns. El review, escrito por Marcelo Cohen, con maestrìa y sin ahorrar espacio as usual, contaba, de todos modos, con un aparte aun mas jugoso y económico en caracteres a cargo de su mujer, la bella y sabia Graciela Speranza.
    En esa columna, Graciela describìa con gracia, contundencia y compasión esos tics tan nuestros (me refiero a aquellos a quienes nos gusta no solo escuchar jazz o tocarlo sino, además y por sobre todas las cosas, comentarlo) que tienen que ver con "sacar chapa" a costa de mencionar las figuritas dificiles. Creo que Graciela mencionò ilustrativamente, a Phineas Newborn.
    by the way, creo que estaría bien rescatar esa columna y postearla, no Diego?

    Ahora bien, Corea nunca ha servido para sacar chapa de nada. Corea naciò popular y famoso, o, al menos eso, parecerìa.
    Pero si tuviese que hacer un ranking de los cuatro o cinco conciertos mas emocionantes que tuve la suerte de disfrutar en Buenos Aires, hay un par que lo incluyen.
    Un tremendo solopiano, creo que en el Gran Rex. En el cual Corea entrò al escenario, con todas las luces prendidas, disfrazado de personal de limpieza portando un plumero y una pala, limpiando aquí y allà y haciéndose amigo del piano de a poco hasta que nos metiò a todos en clima.
    El otro evento fue una noche inolvidable, a duo con Gary Burton, en el año 1981.
    Esa fue su segunda vez. habìa estado antes, en el Luna Park, con un grupo eléctrico -pero interesante- con Steve Kujala, Tom Brechtlein y su mujer Gayle Moran, entre otros.

    De todos modos, también es justo decir que en su extensa carrera Chick ha circulado por la banquina en varias oportunidades. Y a la hora del balance final cuesta sacarse de encima la imagen de esos discos de la Elektric band con esas fotos de contratapa que parecen sacadas en la vidriera de promusica. Quizàs paga un precio por eso.

    Solo agregarìa a la enumeración sabia (cuando no...) de Diego, el disco "Friends" con el inolvidable aunque underrated Joe Farrell.
    Recomiendo el "Waltse for Dave" que Corea dedicó al atemporal Brubeck

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