viernes, 1 de noviembre de 2013

Temblor







Entrevisto a Carmen Baliero, que el domingo empieza (nuevamente) un ciclo en Virasoro (Guatemala 4328) con su magistral composición a partir de las "Centésimas del alma" de Violeta Parra. Ella me parece una de las artistas más interesantes de la Argentina y, además, cuando habla, tiene una lucidez y un humor tan notables como infrecuentes. Prolijo, busco en archivos, empezando por mis propios artículos, como para no volver a escribir lo mismo –o como para hacerlo a conciencia–. Encuentro una vieja entrevista, publicada en Radar hace ocho años. Allí, ella hablaba de Gandini, de Monk y de los cantantes de tango. Y decía esto: “Me encanta Gandini porque se maneja con residuos y porque es dubitativo. Es como una música de la memoria; porque la memoria duda, no sabe de golpe, busca. En ese sentido es totalmente monkiano: inventa un tiempo biológico y no formal para los temas. Uno podría pensar en Jarrett, pero Jarrett es más exquisito, más esteticista. Gandini tiene más tuco. Y tiene humor. Es como los tangueros que tiemblan cuando cantan. Me encanta ese temblor. Y Gandini, o Monk, es como si temblaran en el piano, como si tartamudearan.”

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