viernes, 19 de febrero de 2010
Ariel Ramírez (1921-2010)
Resulta difícil pensar a Ariel Ramírez por separado de las sospechas sobre SADAIC, de ese papel institucional e institucionalizador que ejerció desde su inmensa influencia en la Philips, en los años 60 y, luego, desde su militancia desarrollista que culminó con el nombramiento como director del Centro de Divulgación Musical creado para él por el Municipio alfonsinista. Resulta difícil, en realidad, pensar al llamado folklore por fuera de su escolarización, de las grandilocuencias, de la declamación altisonante, de las voces siempre heroicas –más allá de su mayor o menor afinación– y de una expresividad siempre cercana al grito. Es decir, resulta difícil darse cuenta que allí hay algunas de las canciones más bellas jamás escritas y que muchas de ellas las escribió Ariel Ramírez. En este video, después de un breve fragmento de reportaje a Mercedes Sosa, la cantante interpreta "Alfonsina y el mar" junto al pianista, Kelo Palacios en guitarra y Domingo Cura en percusión. La canción es allí, todavía, una canción íntima, exquisita. La voz de ella, sin sobreactuación de ningun clase, recorre matices mínimos y exactos. Un pequeño grupo, camarístico, podría decirse, haciendo, casi para sí mismo, una pieza magistral. Y un pequeño homenaje a la parte homenajeable de un músico contradictorio, en un país donde, al fin y al cabo, todo lo es.
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Publicado por
diego fischerman
en
8:25
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Muy ajustada a la realidad su crónica. AUnque no veo porque no sería homenajeable su militancia desarrollista, en lo demas 100% de acuerdo.
ResponderEliminarEstimado José: No es la militancia desarrollista lo que discutiría sino, más bien, su tarea al frente del CDM, reivindicable en muchos aspectos (ópera en Parque Centenario, entre ellos) pero caracterizada también por exclusiones, arbitrariedades y tráfico de influencias.
ResponderEliminarParticularmente siempre me gustaron y me emocionaron canciones folklóricas bien de campo como "La tristecita", "El Paraná en una zamba", o incluso la litoraleña "Agua y sol del Paraná", por sobre la pretenciosidad y el formalismo de "Alfonsina" y "La misa criolla".
ResponderEliminarMuy buen comentario
es la primera vez que accedo a este blog y escucho tu nombre. te felicito por la dedicación, tu visión analítica sobre el mundo de la música -tan fácilmente vaciable o vanalizable-, por el buen trabajo crítico.
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