Alberdi y San Martín, Mansilla y Alberdi, Cadícamo y Gardel. Cortázar (que alguna vez dijo que "un uruguayo es un argentino que no fue a París"). Y una ciudad que es mucho más que un fondo. París aparece casi en tantos tangos como Buenos Aires. Y Jorge Fondebrider, en
La París de los argentinos la recorre con la meticulosidad, el gusto por la exhaustividad y la excelente prosa que acostumbra. París –ese espejo en que un poco insensatamente se busca el reflejo– aparece a través de testimonios en parte recopilados de archivos y en parte especialmente solicitados para este libro, que publicó bellamente Ediciones Bajo la luna.
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