...y, agrego, los
Motetes de Bach dirigidos por Gardiner (Soli Deo Gloria),
Cuadros de una exposición, de Mussorgsky, y
Visiones fugitivas, de Prokofiev, por Steven Osborne (Hypèrion),
Functional Arrhytmias, de Steve Coleman & Five Elements (Pi Recordings),
Vértigo, de Escalandrum (Epsa),
El imperio de las luces, de Andrés Hayes (Sofá Records),
Improvocaciones, de Pablo Ledesma y Agustí Fernández (independiente),
O cair da tarde, de Ney Matogrosso (un disco de 1997, dedicado a Villa-Lobos y Jobim, que nunca había escuchado antes y me deslumbró), y
The Next Day, de David Bowie.
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