lunes, 15 de mayo de 2017

Música para detectives











Denis Martin escuchaba, solo en una habitación, la Sonata Hammerklavier de Beethoven. El comisario Fabel –uno de los dos detectives, el políticamente correcto, de Craig Russell– viaja en auto y escucha E.S.T, el notable trío del malogrado pianista Esbjörn Svensson (murió haciendo buceo en un lago sueco). Charlie Parker, el detective de John Connolly, más allá de su nombre, no tiene ninguna afinidad con el jazz y elige, en cambio, el country. Harry Hole suele elegir más o menos la misma música que presumiblemente le interesa a quien le dio vida, Jo Nesbø, que integró alguna vez la banda Di Derre: pop y post punk. Y Harry (Hyeronimus es su nombre pero casi ni se anima a decirlo) Bosch comparte fanatismos con su creador, Michael Connelly: Frank Morgan, sobre todo, y en particular el extraordinario tema "Lullaby", en dúo con el pianista George Cables y, últimamente, la juvenil saxofonista Grace Kelly (nacida Chung), a quien ha decidido darle una mano. En la novela The Crossing Bosch, mientras trabaja por primera vez para la defensa en lugar de la fiscalía, se toma su tiempo, además, para escuchar esta maravilla: "Naima", de Coltrane, por el saxofonista John Handy junto con Bobby Hutcherson en vibráfono y Pat Martino en guitarra eléctrica, Albert Stinson en contrabajo y Doug Sides en batería.

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