domingo, 24 de abril de 2011

Incorrección





Me enteré esta semana de que un escritor bastante pedante tuvo un serio problema por escribir supuestas ingeniosidades que, en realidad, escondían –no demasiado– una importante cuota de violencia contra una mujer. El motivo era un artículo en que se hablaba de una campaña en contra de los piropos que denotaban machismo. La respuesta del pensador de marras era que le gustaría encontrarse con la responsable de tal campaña para "romperle los argumentos a pijazos". Como chiste, he conocido otros más graciosos. Y como piropo, he escuchado alguno más seductor. La consecuencia más inmediata fue el retiro de publicidad de dos grandes empresas para el diario que se vio envuelto en el affaire (El Guardián, que es promocionado en las calles por personas con uniformes militares de fajina y cuyo propietario es Moneta, aquel socio de Menem). Pero la cuestión se liga con la absoluta corrección que conlleva en ciertos ambientes la supuesta incorrección política. Es cierto, las actitudes superficiales de defensa de minorías y cosas como preocuparse por las palabras terminadas en "o" o en "a", el llamar afroamericanos a los negros estadounidenses o el denominar "capacidades especiales" a las más espantosas de las discapacidades, se presta a burla y suele acompañar las más flagrantes hipocresías. Pero eso no significa que discriminar sea mejor que no hacerlo o que insultar sea más deseable que expresar cierto respeto. Seré incorrecto. Defenderé la corrección. Si es sincera, mejor. Pero, si no, por lo menos será correcta.

1 comentario:

  1. Sólo quiero decir que, como siempre, es un gusto leer tus artículos, que están tan bien escritos y en los que nunca falta el conocimiento y el humor. Y, de paso, sabiendo que te gusta Chico Buarque, te cuento que hay una versión reciente (y, para mí, de lujo) de Mambembe con Roberta Sá, en http://www.youtube.com/watch?v=u0-iovg0mq4.

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