martes, 26 de abril de 2011

Qué bardo












Un simple pretexto. Un cumpleaños. El 26 de abril de 1564 fue bautizado William Shakespeare (en realidad nació, según parece, el 22). Y, también en estos días, se cumplió (o se cumplirá) el aniversario de su muerte, el 23 de abril o el 3 de mayo. El culto a su figura comenzó en 1769, cuando el Great Shakespeare Jubilee instituyó la pequeña plaza del mercado de Stratford in Avon como lugar de peregrinaje. Ningún poeta ni dramaturgo inspiró tanto a los músicos como él y difíclmente pueda asociarse más música con otro escritor que no sea él. La lista empieza por las canciones de la época que Shakespeare incluyó en sus obras, de las que había una bella antología cantada por Catherine Bott, editada en su momento por L'Oiseau Lyre pero hoy descatalogada y otra, llamada Shakespeare Songs and Dances, por el Deller Consort con Desmond Dupré en laúd, que Harmoni Mundi reeditó en una de sus series baratas y es posible que se consiga en Zival's. Hay también un Cd muy recomendable donde Philipp Pickett, al frente de un grupo llamado oportunamente Musicians of the Globe, interpreta piezas de Robert Johnson, John Dowland, William Byrd y Giles Farnaby, entre otros, con el título de Shakespeare's Musick (Songs & Dances for Shakespeares's Plays) –publicado por Decca/Philips. El mismo grupo registró la música para La Tempestad, de Locke, para representaciones de obras de Shakespeare durante la Reforma y, por supuesto, de Henry Purcell. En el sello Hypèrion hay numerosos discos con música de Purcell y sus contemporáneos, de Thomas Arne y de Thomas Linley the Younger, basada en obras de Shakespeare y existen dos canciones de Schubert que toman sus textos de Shakespeare (aunque traducidos al alemán): "Hark, hark the lark" y "Who is Sylvia?" (ambas se encuentran en el volumen 26, An 1826 Schubertiad, de la edición completa de sus canciones publicada por Hypèrion y dirigida por el pianista Graham Johnson, cantadas por John Mark Ainsley y Christine Schäfer. Una lista no exhaustiva debería incluir, de Héctor Berlioz, la Sinfonía Dramática Romeo y Julieta y, por qué no, la Sinfonía Fantástica (inspirada no es Shakespeare pero sí en una actriz shakespereana). Para mí las versiones de John Eliot Gardiner son insuperables pero, ya se sabe, es una cuestión de gustos. Curiosamente otra obra con Romeo y Julieta como protagonistas, Capuletti e Montecchi, de Vincenzo Bellini, no se basa en la obra de Shakespeare, un autor prácticamente desconocido en Italia, a comienzos del siglo XIX, sino en un texto anterior que, aparentemente, el propio Shakespeare habría tomado como fuente. Sueño de una noche de verano cuenta con la música incidental (y la genial Obertura) de Felix Mendelssohn –recomiendo Herreweghe– y, mucho después, con una ópera de Britten –mi elección es Sir Colin Davis, con Sylvia McNair, Ian Bostridge y Brian Asawa (el contratenor que cantó en El gran macabro en el Colón) a la cabeza del elenco. Hay tempestades de Tchaikovsky (Abbado) y Sibelius (Vänska), hay Romeos y Julietas de Tchaikovsky (nuevamente Abbado) y Prokofiev (Gergiev) y hay Otellos de Rossini (nueva edición crítica dirigida por Fogliani, en Naxos) y, obviamente, Verdi (la vieja de Domingo, con Scotto y Milnes y dirección de Levine, entre varias otras posibilidades). También de Verdi, Falstaff (versión reveladora de Gardiner, con Lafont, Martinpelto y Mingardo) y Macbeth (Domingo y Cappuccilli dirigidos por Abbado). Salteo a Walton y me detengo en la música compuesta por Michael Nyman para el film Prospero's Books, de Peter Greenaway (su versión de La tempestad). Nyman no es santo de mi devoción pero las canciones, cantadas por Sarah Leonard y una joven Ute Lemper, valen la pena. Por último, aunque lejos del último lugar en importancia, señalo el disco que Ellington dedicó a Shakespeare, Such Sweet Thunder (1957), y, en particular, el tema "The Star-Crossed Lovers" con su exquisito dúo entre Johnny Hodges en saxo alto (Julieta) y Paul Gonsalves en saxo tenor (Romeo). Y para quienes quieran escuchar otra gran versión de este tema, la del quinteto de Pepper Adams y Zoot Sims (en saxos barítono y tenor respectivamente) con Tommy Flanagan en piano, Ron Carter en contrabajo y Elvin Jones en batería, incluida en el disco Encounter! (Prestige, 1968) es extraordinaria.

2 comentarios:

  1. Otras musicalizaciones, quizá menos famosas pero igualmente interesantes, podrían ser:
    Ernest Chausson, música incidental para La Tempestad Op. 18.
    Roger Quilter, música incidental para Como Gusteis (As you like it) Op. 21.
    Obra esta última que va a ser estrenada este Sabado 30 de abril, a las 18hs en la Facultad de Derecho, por la Orquesta Estudiantil de Buenos Aires, en su versión de suite.

    Muy interesante el blog.
    Saludos!

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  2. Agradezco a Oceanside3, sea quien sea, y aprovecho para compartir dos recomendaciones de Jorge Andrés, acompañadas por una de esas frases perfectas de las que sólo él es capaz: "dos maravillas que, si alguna vez hubieran sido conocidas, podrían calificarse de olvidadas":

    * Shakespeare and all that jazz (Fontana, 1964. Nunca en CD). Catorce poemas musicalizados por Johnny Dankworth y cantados maravillosamente por Cleo Laine.
    * Sullivan-Shakespeare-Hyman (Monmouth Evergreen, 1971. Mal editado en CD por Audiophile). Trece canciones sobre textos de Shakespeare -la mayoría distintas de las del álbum anterior- musicalizadas por Dick Hyman y cantadas de manera extraordinaria por Maxine Sullivan.

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