La complejidad. El estilo. La elegancia del fraseo. La fluidez. El riesgo. La falta de declamación. La polifonía y el swing. Debussy, y el Oriente, y las tradiciones musicales norteamericanas, leídos desde la estética más cosmopolita. Un cuarteto ejemplar. También, el sonido de una época. Y el sonido que trasciende una época.
Muchas veces leí acerca de cierto desdén hacia la música de Brubeck por parte de algunos críticos. Sin embargo, jamás me crucé personalmente con un detractor de su obra, acaso porque, con el paso del tiempo, se generó cierto merecido consenso en torno a la calidad de su cuarteto. Realmente no me figuro de dónde provendrían aquellas famosas subvaloraciones, quizás por no haber vivido en la época y haber llegado a la música del pianista recién en la década. Ayer escribió Dave Liebman algo interesante: "Brubeck tuvo la desgracia de hacerse famoso".
ResponderEliminarUn saludo,
Suri.
Si, algo de eso hay...a mí siempre me llamó la atención que el critico Carlos Sampayo, uno de mis favoritos, no incluyera el célebre y genial "time out" en su artículo "1959 y 1960 los mejores años del jazz". En ese año (1959) también se grabó "gone with the wind", otro gran disco del cuarteto de Brubeck. No sé porqué. Y eso que Sampayo "vivió la época"
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