miércoles, 27 de octubre de 2010
Incomprensión
Escuché bocinas de festejo. En Facebook alguno dijo estar "reeefeliz". Murió un ex presidente. Es posible que no haya sido el mejor. Con certeza, no fue el peor. Tal vez haya sido más explícitamente confrontativo que otros (por lo menos para contestar a las confrontaciones de los otros). Puede no ser el presidente que se elegiría. Pero no entiendo el odio que despiertan (él y la actual presidente). No entiendo –y no es una frase retórica– la desproporción entre la confrontación (ya no suya, sino de los otros) y alguien que, aun sin hablar de sus posibles méritos, no llevó el país a la guerra, ni a la crisis económica, no cerró diarios, radios ni canales de televisión ni persiguió políticos opositores ni encarceló, torturó o asesinó disidentes. Alguien que, incluso si se aceptara como verdadera la corrupción que el sentido común le atribuye, no protagonizó escándalos como los que envolvieron a otros gobiernos. Del odio, o de su falta de relación con el tamaño de las desventuras (aun si las hubiera) me llama la atención, también, ya no la esperable irracionalidad como el hecho de que sea repetida por tantos sin la menor reflexión. Los mismos que, cuando gobernaba Néstor Kirchner, decían que era ella la que decidía todo, a partir del momento en que Cristina Fernández de Kirchner fue electa comenzaron a asegurar, como si no hubiera allí contradicción alguna, que era un títere de su marido. Y hasta que él era un golpeador que la sojuzgaba. No escuché bocinazos de festejo (no había Facebook en ese entonces) cuando enjuiciaron a Videla. No ví el mismo odio ni contra los dictadores, ni contra Menem, ni contra Ubaldini ni contra Isabel. Un poco, tal vez, contra Alfonsín. O contra De La Rúa. Pero, independientemente de lo buenas o malas que fueran sus intenciones, o de quienes fueses los causantes últimos de los males, el país, es decir la vida cotidiana en el país, había llegado con ellos a estados de gravedad que justificaban la ira pública. En todo caso, el país, después del gobierno de Kirchner, no estaba peor (ni siquiera diré que estaba mejor) que cuando él había asumido, lo que no puede decirse de ningún otro gobierno argentino de los últimos cincuenta años (y no sé de antes) ni de presidentes que, eventualmente, me resultaban más simpáticos o hablaban un lenguaje más parecido al mío. Entiendo la discusión política sobre Kirchner (discusión que, curiosamente, está ausente). No entiendo la magnitud del odio que ha despertado.
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Publicado por
diego fischerman
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11:38
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Creo que el odio no es contra Kirchner, sino contra una serie de fenómenos que, voluntaria o involuntariamente, se hicieron más visibles con su gobierno. Luego, por metonimia, la gente ubica esos rencores en una persona, así como Videla o Martinez de Hoz encarnan al autoritarismo o el poder económico.
ResponderEliminarSi el odio fuera sólo contra Kirchner, ya no habría más odio. Pero el odio va a seguir.
Yo no odio a Kirchner ni entiendo a esos estupidos que no quieren abrirle la puerta a los censistas.
ResponderEliminarPero los kirchneristas deben entender que todos los departamentos y cuentas en el exterior, autos y aviones que se compraron, no valieron la pena.
La mala sangre que se hacen para mantener el poder y evitar ir presos no les permitirán disfrutar el botin en esta vida.
Es tentador, al menos para mí, pensar que la magnitud relativa del odio que despiertan los Kirchner frente al odio, o al menos al rechazo, que suscitan otros dirigentes políticos, y no solo políticos, que cargan auténticos prontuarios y nos obsequian a diario ejemplos de auténtica vileza, peor, el hecho de que estos prontuarios se traduzcan hoy en "imagen positiva" e "intención de voto", responden a las mismas causas que empujan el empobrecimiento de la sociedad argentina desde hace décadas. El hecho habla bien, o al menos no habla mal, de los que creemos que repartimos odios, rechazos, aplausos e indiferencias con mayor tino, y eso es sospechoso. También, es inevitable.
ResponderEliminarNo, el odio no es solo contra Kirchner, sino fundamentalmente contra ciertas ideas que encarna, o que cada uno se imagina que encarna (con la inestimable ayuda de la construcción de hechos y sentidos de los implacables medios de comunicación), y contra los hechos en que se materializan. Sin haberlo elegido jamás, sospecho de todos modos que algunas de las cosas por las que lo odian (los que lo odian), son precisamente las que yo le elogiaría.
No soy "anónimo,me molesta a esta altura de mi vida, tampoco fui ni soy peronista y disentí (y disiento) con algunas políticas y sobre todo algunos personajes "K" pero creo que el "odio" del que hablás es algo con mucha historia atrás y fue amasado por los más poderosos, los que nunca fueron votados ni se presentarían a ninguna elección, los "anónimos" dueños de casi todo a quienes les molesta que les cuenten (o les censen)su capital. Esos tipos sí son peligrosos, esos tipos me arruinaron muchos años de mi vida y de la vida de muchos de mis amigos, esos tipos, si algún dios existe, no tendrán ni su flaco perdón, y aquí en la tierra, mi más profundo desprecio. Gracias por tu reflexión.
ResponderEliminarNo entiendo, CarSur, vos no sos anónimo pero no das tu nombre ni tu apellido?
ResponderEliminarcual es la tuya entonces?
deci tranquilo quien sos, que de este lado no está la patota de Moreno, ni la patota del Indec, ni la patota del Hospital Frances, ni Madona Quiroz, ni Cristian Favale y los que mataron a Mariano Ferreyra.
Deci vos, que no corres ningun riesgo por tu tibia opinión, quien sos.
Y respeta a los que tienen miedo de que los rajen de sus laburos, de que los amenacen o los tiroteen como a Mariano.
...yo creo que el odio es parte del "no se puede"... y Kirchner fué alguien que se jugó diciendo y haciendo por sus ideas, comprometiéndose aunque se equivocara, haciéndose cargo de sus decisiones... eso no lo perdonan los que tienen el alma golpista, los que llevan dentro el enano fascista, los que se dicen democráticos pero que estaban invitando a que la gente no atienda al censista, -como si el censo que es obligatorio fuera idea de un partido político-... los que tocan bocina son los mismos que seguro pusieron orgullosos la obleita del "censo´80, yo respondí"...
ResponderEliminarEl odio nace de la mediocridad, y de la incapacidad de construir un proyecto alternativo.
ResponderEliminarSeguramente este gobierno de mierda pasará, y empecemos a darnos cuenta que era menos de mierda que el que vendrá, y que el que hubo antes. Nos pasa siempre, es nuestro sino.
Qué podemos esperar de nosotros como sociedad, si festejamos la muerte del que piensa distinto porque nos gana elecciones, y fuimos capaces de dejarnos convencer de que Don Arturo Ilia era un desastre gobernando.
Es muy triste, mucho más que la muerte, la fragilidad de nuestra conciencia como pueblo.
Cuando maduraremos Diego, esto que dices son señales de inmadurez e ignorancia, es lamentable que se celebre una perdida. Nestor fue nuestro presidente y supo llevar a buen termino su trabajo y pienso que se progreso como pais, lo mismo que ahora con Cristina, muchas cosas no nos gustaran pero hay muchas positivas y tenemos que comenzar a valorar este esfuerzo, si no miremos la historia alli quedo escrita con sangre los errores cometidos.
ResponderEliminarTe dejo un beso y que bueno leer a personas pensantes.
Porque pareciera que los argentinos no saben diferenciar entre política y futbol.
ResponderEliminarLa política debiera ser un lugar de reflexión racional y frìa sobre cómo organizar el "Leviatán" para que todos los ciudadanos tengan un estándar mínimo de salud, comida, trabajo y educación asegurados. Eso vale tanto para los mandatarios y políticos como para nosotros eventuales votantes. Pero en vez de eso se vive como una fervorosa devoción cuasi religiosa donde se ama o se odia sin el más mínimo análisis.
Y ni hablar de propuestas, planes de gestión, resultados o incluso ideologías.
Debiéramos estar hablando de políticas de inclusión social sin importar la cartera Gucci de CFK o de estrategias culturales y no si Florencia Peña es K o no.
Perdón pero me quedó en el tintero.
ResponderEliminarNo soy peronista pero el respeto a un ex presidente es una mínima educación ciudadana que pareciera no abundar.
Y si el odio anti K fue justificado y acorde, porqué no hubo odio anti Menem, que terminó de desguasar la industria nacional fabricando desocupados y nos puso en el tapete internacional del terrorismo abriéndoles la puerta a la madre de todos los terrores, la jihad islámica? O se olvidaron que aquí voló una embajada y un mutual por los aires con un montón de argentinos?
Porqué no hubo tanto odio anti De la Rúa, cuando lo entronizó al siniestro Cavallo y aplicó un torniquete devaluador a los ahorros de miles de argentinos ? Todavía tengo en mi panza una cicatriz de bala de goma gentileza de la gestión De la Rúa en el estrèpito de su caída ?
Seamos entonces comparativos y menos hormonales, me parece.
Creo, como se insinúa en los comentarios de Goolian, que corresponde la discusión política. Y, en última instancia, la reivindicación de la política, como espacio de discusión racional sobre proyectos de Estado y de necesaria negociación entre grupos de intereses muchas veces enfrentados. La lógica "K" o "Anti K" no permite ni los reconocimientos parciales, ni la discusion. La lógica de la simpatía personal por un gobernante, tampoco. Un o una presidente no tienen por qué ser agradables. Y, con seguridad, si son agradables para unos serán detestables para otros. Huelga decirlo pero sólo estiman confrontativos a los otros aquellos que son confrontativos y no encuentran sumisión. La confrontación –la crispación, dicen algunos– de los Kirchner no está entre sus defectos sino, posiblemente, entre sus virtudes. Un amigo decía, ya hace años, que no le perdonaba a Alfonsín no haber mencionado a "los enemigos". Debió haber dicho, decía él, "sí, fuimos incapaces de manejar el asunto pero tuvimos enemigos que son este, este y este". Néstor Kirchner, en todo caso, ha confrontado. No habría que olvidarse de aquel editorial de La Nación, firmado por el propio Escribano, donde se le dictaba el plan de gobierno que ellos aprobaban. La Nación, en todo caso, vuelve a hacerlo ahora "recoemndando" el rumbo que Cristina debería tomar ahora que se ha muerto su marido. Néstor Kirchner confrontó con esa clase editoriales y, más allá de las diferencias, esperaría que la actual presidente siguiera haciéndolo. Hubo gente, políticos, empresarios, sacerdotes, que sin ningún pudor confrontaron conmigo (y lo siguen haciendo) y me alegro cuano alguien intenta confrontar con ellos. Creo que son muchos los aspectos a profundizar y para no meterme en temas que conozco muy superficialmente, me centro enalgunas cuestiones musicales atinentes a la Secretaría de Cultura de la Nación: no hay –y podría haber– un proyecto que justifique y haga necesarios no sólo el mantenimiento sino el mejoramiento de la Sinfónica Nacional; no hay un proyecto para la conservación y divulgación del patrimonio musical, desde la infinidad de cintas con grabaciones de campo folklóricas y etnológicas que envejecen en el Instituto de Musicología hasta casi todo el tango y el folklore por el que los sellos comerciales no tiene interés. Creo que la colección de rock según Litto Nebbia es, por lo menos, poco e inadecado como política musical de Estado. Entre eso y el vómito irracional hay una distancia. Eventualmente, aun con los funcionarios impresentables del caso, es posible pensar que en este gobierno habría interlocutores para discutir estos u otros proyectos. Algo bastante distinto a cuando, durante la Dictadura, el sello discográfico de ATC –territorio en ese entonces de la Secretaría de Cultura de la Nación– publicaba los discos de Los Parchís.
ResponderEliminarDiego, coincido plenamente, corresponde la discusión política. Y la discusión política es sobre ideas o propuestas de gestión y no sobre personas.
ResponderEliminarOtro tema, yo estuve hace poco en el Instituto de Musicología "Carlos Vega" por un proyecto personal y la gente que allí trabaja me comentaba con tristeza que el presupuesto para el año que viene se redujo a la mitad.
Mientras tanto yo miraba extasiado y melancólico las cajas y cajas de LPs de recopilaciones de folclore y tango que esperan pacientemente su reedición en CD merced a la eventual sabiduría de algún funcionario que revierta los recortes.
Y eso es sólo una pequeña muestra.
Creo que para algunos, esas dos son precisamente las cuestiones (tal vez las únicas) que nos acercan un poco a Kirchner: compartimos algunos enemigos, y creemos en la pertinencia de confrontar con ellos. Desde la comodidad del sillón creo que fue una confrontación mal concebida, y que los hechos van bastante por detrás de la retórica (situación que celebro en aquellas cuestiones que no comparto). Kirchner destacó en un pobre paisaje político donde casi todos los demás no confrontan siquiera retóricamente con los abusos de poder privado, sino que se postulan como sus gestores públicos.
ResponderEliminarSaludé como buenas noticias un puñado de sus políticas y conductas, no comparto muchas otras, y rechazo de plano otras más. Pero no recuerdo, en muchos de los que creen que el kirchnerismo es la suma de todos los males nacionales, tanto fervor en la crítica, que además se jacta de ser republicana, cuando Storani o Duhalde mandaban desalojar un puente al costo de las vidas de los manifestantes; no recuerdo tanto escándalo cuando Colombo se reunía con cinco banqueros y decidían las políticas públicas; o cuando el presidente de la república se llamaba Menem, el presidente del senado se llamaba Menem, y el presidente de la corte suprema era un ex socio de ambos, y se gobernaba a golpe de decreto; ni veo que nadie se indigne hoy por las jornadas laborales de doce horas a las que son sometidas millones de personas con total normalidad (desde la multinacional al pequeño comercio). En cambio, sí recuerdo cómo se celebró el providencial retorno de Cavallo al gobierno en 2001, después de su brillante labor en 1982 y en los años '90. Nunca hablaron de "las cajas" que "manoteaba" Cavallo.
Al reclamado consenso con los autoritarios y los opresores, prefiero la crispación y la confrontación, aunque no comparta sus eventuales caminos, porque nos mantiene despiertos.
Yo creo que esta cuestion del odio que ha juntado tiene que ver con que era un tipo muy jodido, asi como tambien su mujer. No tanto se lo odia por sus politicas, que no fueran malas y se beneficiaron de un excelente contexto internacional.
ResponderEliminarPero el tipo era muy malo, jodido.
Te acordas que decia que Menem era el mejor presidente argentino, cuando Menem estaba en el gobierno? y te acordas lo que dijo de él despues?
Lo mismo de Cavallo, que le regalo los 500 millones de pesos por la privatizacion de YPF. Millones de los que no se supo mas y que ya le costó la cabeza a dos gobernadores de Santa Cruz!
Te acordas que llegó al poder, cuando no lo conocia nadie, porque a Duhalde se le ocurrió apoyarlo? te acordas como trató a Duhalde después?
Te acordas que cuando nadie lo apoyaba, Alberto Fernandez lo bancaba? te acordas como lo trató despues?
Asi hay mil ejemplos mas. Y la gente se da cuenta.
Lo peor, ademas de ser un nieto de puta, es la hipercorrupcion. No robaron 20.000 dolares. Ni 200.000.
Para que te hagas una idea, el conflicto con Clarin empezó cuando Magneto no acepto vender a Rudy Ulloa (uno de sus testaferros) el paquete accionario del diario por varios miles de millones de dolares. Dinero de la famnilia K. Y ese es un dato que saben los militantes K. Otros que no tienen idea, hablan porque el aire es gratis y piensan que es cool hablar bien de un lider "popular"; al que en realidad desconocen por completo. Parece una actitud piola, en realidad es una frivolidad total.
Gracias Diego!!! Disiento con el Anónimo esclarecido de arriba. En la historia quedan los hechos, no las anécdotas.Suponiendo que fuera un nieto de puta (imprecación por lo menos manierista en este contexto): ¿qué queda hoy? ¿Cómo se hace política en un país como este? Tenemos, como mínimo, saldo positivo.¿Hace falta enumerar los logros de este y aquél gobierno?
ResponderEliminarSi fuera como dice el anónimo habría que dar gracias al azar por obrar como lo hizo para que este nieto de puta pudiera amonedar tantas cosa buenas. Ahora, por ejemplo, todos sabemos que Clarín no es de fiar. Todos.
Es complicado... A mi parecer La Ignorancia es la respuesta... Falta en los sujetos el ejercicio del pensamiento, libre de prejuicios, intereses, miedos, en épocas duras donde la información objetiva es difícil de encontrar.
ResponderEliminarFue un ser que pudo hacer coincidir sus capacidades con su pasión, un gran mérito para alguien que ha vivido. Un señor más vivo que inteligente: por ello no llega a la estatura de Estadista...
Interesante esta discusión, yo humildemente creo que para entender el kirchernismo es necesario entender que comparte cierto diagnostico de la realidad economica y politica que el hizo el camporismo en 1973. En esa época, Gelbard y sus funcionarios pensaban que no se podia confiar en la clase dominante tradicional (burgueses tradicionales, empresas multinacionales) sino que habia que crear una nueva burguesia nacional, que sea el sujeto histórico de la revolución nacional que ellos propulsaban.
ResponderEliminarPero como tenian dificultades para encontrar ese sujeto, pensaron que la mejor manera de crear esa nueva burguesia era capitalizar, con fondos públicos claro, a las empresas privadas de empresarios amigos, que en algunos casos no eran mas que testaferros de los mismisimos funcionarios. De esa manera el gelbardismo pasaba a de proponer en el discurso la revolución nacional, a provocar casos de corrupción renombrados, como el caso ALUAR, donde estaba involucrado el mismo Gelbard.
Kirncher, con el asesoramiento de los intelectuales de Carta Abierta y de Pagina 12, evidentes herederos de la tradición Cámpora & Gelbard, siguió por el mismo camino.
La campaña contra Clarin no se hace por razones filantropicas sino porque el gobierno busca presionar a los actuales dueños que vendan para que "burgueses nacionales" se hagan cargo del diario. Como tambien le cuesta encontrar a los famosos burgueses nacionales los improvisa. Entonces a veces potencia a tipos muy repugnantes como Haddad (C5N), otras veces inventa a personajes nuevos, aunque no menos repugnantes, como Spolsky o Gvirtz, a los que los financia profusamente en sus aventuras editoriales.
Pero en la mayoria de los casos, los burgueses que el gobierno fomenta no pasan de ser amigos de la familia Kirchner, como Rudy Ulloa y Cristobal Lopez.
¿Debo decir que estos últimos son gente que tenia con Nestor un nexo mucho mas fuerte y permanente que el que gozaban Jose Pablo Feimnan y Horacio Verbistky?.