sábado, 12 de marzo de 2011

Reducción







La reducción es lo que queda en la sartén o el fondo de la cacerola después de un cierto tiempo de cocción (en general se "levanta" esa reducción con vino, caldo o agua). Eran reducciones los lugares donde confinaban indígenas (se ve que lo que les reducían era el lugar donde vivir; una especie de ghetto pero aún más chico). Y existen las reducciones al piano, versiones de estudio y ensayo (no de concierto) de óperas. No se trata de transcripciones, por lo menos de lo que habitualmente se llama así, o de paráfrasis, a la manera de Liszt sino de verdaderas reducciones en un sentido estricto: el acompañamiento musical es el mínimo y se omite de allí cualquier detalle que distraiga a los cantantes. Está, digamos, apenas un escalón más cerca de la música que el metrónomo o los acordes tocados al comienzo de cada escala en las vocalizaciones. Se ha confirmado, aparentemente (este es un territorio donde todo lo confirmado tiende a la desmentida de la misma manera que lo provisorio busca su eternidad y lo definitivo se inclina a la fugacidad) que el Colón hará la ópera El Gran Macabro, de György Ligeti, sin orquesta. Un anuncio con bombos y platillos. Y poco más (dos pianos, se dice). Obviamente, no existe versión de El gran macabro para dos pianos y percusión. Se tratará de un ensayo ("tecnopiano", se llama, en la jerga teatral), aunque lo quieran vender como otra cosa. Se tratará de otra clase de reducción, más parecida a la que realizaban los jíbaros. Cuando Sergio Renán buscó programar esta obra, en 1997 o 1998, si no me equivoco, Ligeti no lo permitió porque la estaba reescribiendo. ¿Lo permitiría ahora, en estas condiciones totalmente alejadas de lo que es su composición original? ¿Lo permitirán los derechohabientes? ¿O será que el Colón busca la demostración de algo –vaya a saberse qué– mediante el conocido recurso de la reducción al absurdo?

5 comentarios:

  1. ah, mirá vos: yo pensé que recurrirían al karaoke, que es más PRO.

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  2. ¡Siesasí, baser hantológico! Lástima que no pueda ir a fajarlos...

    Jorge Ligote

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  3. Ya lo sugiere la foto: ¿por qué no seguir reduciendo, y hacer una versión con instrumentos de juguete, a la manera de Cage? ¿Qué decadencias no mentarían los tradicionales abonados y cierta prensa, si en lugar de El gran macabro, perpetraran una ópera de Verdi o Mozart? La complicidad ideológica se los prohíbe.
    ¿Cuánto le cuesta a Buenos Aires solventar la intransigencia de unos y la inoperancia de otros? Creo que por varios millones menos podríamos disfrutar obras de modestia equivalente.
    Más allá de los conflictos, alguna vez habrá que discutir en serio el Colón y la política cultural. ¿O no gastamos demasiado en un lugar que ya no vale la pena, a expensas de otras posibilidades?

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  4. Podrían representar la ópera de Ligeti en silencio total... así todos jugamos a "Dígalo con mímica" !!!
    Ahhh siii, además la muñeca se puede reciclar. La llevarían para el día del niño a la rural, así los nenes se dan una vueltita por su interior infernal... :)
    Saluditos.

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  5. No se gasta demasiado, creo, se roba demasiado.

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