"Ek gynaikós tá cheírō", dijo el joven Theophilos, heredero del trono. Y ella, en lugar de hacer lo que debía para convertirse en Emperatriz, lo miró a los ojos y contestó: "Kaí ek gynaikós tá kreíttō". En ese diálogo teológico ("De la mujer fluye el mal", "Pero de la mujer también fluye todo el bien"), referido aparentemente al pecado original y al nacimiento de Cristo, se ocultaban otras referencias. Como también en el himno que luego ella escribió sobre el pecado y los pasos de Eva en el Paraíso, que aún se canta en Semana Santa en la iglesia griega y donde se dice que una línea fue agregada por el monarca. Ella, Kassia, o Kassianí, vivió en el siglo IX y es posiblemente la primera persona que firmó sus obras musicales en la historia. Cuando el Emperador la rechazó por altiva, para casarse con Theodora, creó un convento al cual se retiró hasta su muerte, en 867. Y, en la historia que madres y abuelas cuentan a las niñas de Grecia, se dice que él la visitaba a escondidas. El Kronos Quartet, en su disco
Early Music, incluyó ese famoso himno. Y en
Sacred Women, un cd del sello Dorian, se incluye una versión bellísima, por el excelente grupo Sarband.
Mujeres excepcionales que logran sortear la tradicional misoginia de Occidente... Es difícil no dejarse seducir por figuras como la de Kassia, o la Diotima del Banquete platónico, o, más atrás en el tiempo, la pitagórica Teano. En la Edad Media, la figura que eclipsa a todas las demás es la de Eloísa... Seguramente fue pensando en ella que Abelardo le escribió a su hijo: Nil melius muliere bona, nil quam mala pejus.
ResponderEliminarBusqué el disco del Kronos y escuché el himno.
ResponderEliminarbuscaré el otro.